En su último informe, Freedom House destaca las tendencias preocupantes en materia de libertad en Internet a nivel mundial, en las que China, Myanmar e Irán se perfilan como los países que enfrentan los desafíos más importantes en términos de acceso y movimiento en línea. Este declive en la libertad en Internet se ha prolongado durante trece años consecutivos, lo que marca una tendencia preocupante. Además, el informe subraya el papel de la inteligencia artificial (IA) en la facilitación de la desinformación pública y la censura en línea, lo que agrega una nueva capa de complejidad al problema.

El informe anual titulado “Libertad en la red” evaluó a 70 países, que abarcan el 88% de la población mundial en línea. El estudio revela que el porcentaje de personas que residen en naciones sin libertad en Internet está creciendo, y 55 de los 70 estados encuestados imponen repercusiones legales, incluidos cargos penales, por la libertad de expresión en línea. China ocupa el último lugar por noveno año consecutivo, mientras que Myanmar e Irán le siguen de cerca.

El entorno de Internet de China se caracteriza por el cortafuegos más extenso y el sistema de vigilancia más estricto del mundo, que bloquea las principales plataformas de redes sociales y los servicios de Google. Además, Pekín ataca agresivamente a los usuarios de Internet que emplean VPN para eludir la censura, y esta tecnología incluso se exporta a otros países como Rusia y la República Islámica.

En Myanmar, la libertad en Internet ha empeorado desde el golpe militar de principios de 2021. Tanto Myanmar como Irán han dictado sentencias de muerte por expresiones o artículos en línea, lo que refleja las medidas extremas adoptadas por las autoridades para controlar las narrativas en línea.

El papel de la IA en la represión y la censura

El informe de Freedom House destaca que el declive de la democracia global contribuye significativamente a la erosión de la libertad en Internet. China ha promovido eficazmente el concepto de “soberanía cibernética” a nivel internacional, lo que ha exacerbado aún más la situación.

El informe examina una amplia gama de tácticas de censura y destaca el creciente papel de la IA en la vigilancia, la censura y la desinformación. Los expertos consideran “preocupante” el desarrollo de la IA en términos de censura y control, ya que se convierte cada vez más en una herramienta de propaganda y desinformación empleada por funcionarios pro gubernamentales, analistas y empresas relacionadas.

En China, la IA se está volviendo más “eficiente” a la hora de suprimir contenido digital y se utiliza ampliamente en las principales redes sociales para eliminar automáticamente contenido “políticamente sensible”. Beijing también está intensificando su control sobre el contenido generado por chatbots, asegurándose de que se ajuste a los estándares definidos por el gobierno.

La naturaleza dual de la tecnología

Si bien la tecnología fomenta la represión y la censura, también ofrece esperanzas de cambio. Internet desempeñó un papel crucial en la movilización de protestas en China contra la política de “cero Covid” impuesta por el gobierno. Estas protestas llevaron a cambios en las políticas gubernamentales, lo que demuestra la resiliencia y el poder de la movilización en línea.

De cara a 2024, las elecciones en varias de las principales economías mundiales y actores diplomáticos, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea, India y Taiwán, han suscitado inquietudes sobre el posible impacto de la desinformación y las noticias falsas difundidas a través de la web. Analistas, expertos y activistas están siguiendo de cerca estas dinámicas internas y sus implicaciones para el equilibrio de poder y el conflicto.

El informe de Freedom House describe un panorama sombrío sobre el estado de la libertad en Internet en 2023, en el que China, Myanmar e Irán se enfrentan a los desafíos más importantes. La influencia de la IA en la facilitación de la censura y la desinformación es una preocupación creciente. A medida que el mundo se acerca a las elecciones cruciales de 2024, el impacto de la desinformación en la política global sigue siendo un tema de intenso escrutinio y debate.