A pesar de las crecientes preocupaciones sobre las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), algunos formuladores de políticas están recurriendo a la codificación de código abierto para lograr transparencia. Si bien esta medida es bienvenida, no es una solución infalible. El banco central de Brasil, por ejemplo, publicó el código fuente de su CBDC, solo para que la gente descubriera herramientas de vigilancia integradas en el código. La Reserva Federal de Estados Unidos también desarrolló un modelo CBDC de código abierto, pero desde entonces aparentemente abandonó el proyecto. Si bien la transparencia es un paso en la dirección correcta, no resuelve los problemas fundamentales de las CBDC, como el riesgo de centralizar el dinero y otorgar al gobierno un poder ilimitado sobre las elecciones económicas de los ciudadanos.