El 2 de octubre de 2023, Peter Schiff, director ejecutivo de Euro Pacific Capital, emitió una advertencia sobre lo que cree que son las primeras etapas de la mayor caída del mercado de bonos en la historia de Estados Unidos. La declaración se hizo en la plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter. Schiff también ocupa múltiples puestos en diferentes firmas de servicios financieros, como Euro Pacific Asset Management, una firma autónoma de asesoría de inversiones; Schiff Gold, anteriormente conocida como Euro Pacific Precious Metals, comerciante de metales preciosos; y Euro Pacific Bank, un banco que opera con reservas totales.

La advertencia de Schiff es nefasta y abarca varios sectores de la economía. Sugiere que todas las entidades (desde gobiernos y corporaciones hasta propietarios y familias) que han dependido de deuda de bajo costo para su estabilidad financiera enfrentarán graves consecuencias. Según Schiff, estas entidades corren el riesgo de arruinarse financieramente si el mercado de bonos colapsa.

Además, Schiff afirma que cualquier intento de la Reserva Federal de intervenir en la situación podría empeorar las cosas. Sostiene que si la Reserva Federal interviene para tratar de “salvar” a estas entidades en dificultades, podría “matarlas” sin darse cuenta al provocar inflación. La inflación erosionaría el poder adquisitivo del dinero, lo que haría aún más difícil para estas entidades pagar sus deudas y cumplir con otras obligaciones financieras.

Como he estado advirtiendo, todavía estamos en las primeras etapas de la mayor caída del mercado de bonos en la historia de Estados Unidos. Todos los gobiernos, corporaciones, propietarios y familias que han dependido de deudas baratas para sobrevivir morirán. Cuando la#Fedintente salvarles la vida, los matará con la #inflación.

– Peter Schiff (@PeterSchiff) 2 de octubre de 2023

En un episodio reciente de “The Peter Schiff Show”, el comentarista financiero Peter Schiff hizo sonar la alarma sobre el precario estado de la economía estadounidense. Schiff destacó el aumento insostenible de las tasas de interés como un factor importante que empuja a la economía hacia un colapso inevitable. Su advertencia se produce en medio de una deuda nacional que se ha disparado a más de 33 billones de dólares, lo que hace que la economía sea muy vulnerable a aumentos incluso leves de las tasas de interés.

Schiff fue inequívoco en su afirmación de que una crisis financiera grave o una caída del mercado de valores no es una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo. Afirmó que si bien el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, podría retrasar la crisis insinuando reducciones de las tasas de interés, tales acciones servirían simplemente como un respiro temporal. Schiff comparó el clima económico actual con estar al borde de un precipicio, donde una caída no es una cuestión de posibilidad sino de momento.

Uno de los principales detonantes de la crisis que se avecina, según Schiff, es el continuo aumento de los tipos de interés, agravado aún más por el tambaleante mercado de bonos. Señaló que los rendimientos de los bonos se han disparado a sus niveles más altos desde antes de la crisis financiera de 2008, con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años acercándose al 5%. Esto es especialmente preocupante dado que la deuda nacional se ha multiplicado por diez, desde 3,3 billones de dólares en 2001.

Schiff también atacó a los principales medios financieros, acusándolos de subestimar la gravedad de la situación. Sostuvo que todo el sistema económico, incluidas las estructuras gubernamentales, se ha erigido sobre el terreno inestable de las bajas tasas de interés. Durante casi 15 años, estas tasas han estado cercanas a cero para alentar el endeudamiento y el gasto, lo que ha llevado a niveles peligrosos de apalancamiento.

Schiff señaló además que no sólo están aumentando los rendimientos de los bonos, sino también todo tipo de tipos de interés. Las tasas hipotecarias se acercan al 8% y las tasas de interés promedio de las tarjetas de crédito son casi del 21%. Dado que la deuda de las tarjetas de crédito supera el billón de dólares, Schiff advirtió que una economía basada en el endeudamiento fácil es insostenible una vez que esa fuente de financiación se evapora. También analizó la curva de rendimiento anormal como otra señal de alerta, afirmando que los rendimientos a largo plazo no están sincronizados con las tasas actuales a corto plazo, lo que es otra señal de los problemas sistémicos que enfrenta la economía.