Por qué FalconFinance puede ser la primera forma madura de "colaboración de activos" en la cadena
Los activos en la cadena han crecido muy rápido en los últimos años, tan rápido que casi todos no tienen tiempo para entender qué papel deben desempeñar en la estructura financiera. ETH, BTC, LRT, RWA, LP, activos entre cadenas, certificados de rendimiento... una gran cantidad de activos sigue fluyendo a la cadena, pero lo curioso es que casi no hay ninguna "relación de colaboración" entre estos activos. Todos son aislados, cada uno luchando por su cuenta. Los protocolos de préstamo solo manejan colaterales, AMM solo maneja precios, los protocolos RWA solo manejan cumplimiento y custodia, los protocolos de stablecoin solo manejan problemas de anclaje. Cuantos más activos hay en la cadena, más difícil es combinarlos para crear nuevo valor estructural.
De la era primitiva de la confianza en la cadena a la era estructural: la aparición de FalconFinance es como un parteaguas
Si desglosas la historia de más de diez años de la industria de blockchain, encontrarás una lógica muy clara: toda la evolución tecnológica de esta industria, en apariencia, mejora la eficiencia, expande las aplicaciones y reduce costos, pero el esqueleto subyacente realmente responde a la misma pregunta: "¿De dónde debería provenir la confianza en la cadena?"
Sin embargo, pocas personas utilizan esta perspectiva para entender la industria. En la era del Bitcoin, la confianza en la cadena proviene del consenso y la escasez; En la era de Ethereum, la confianza proviene de los contratos inteligentes y el valor programable; En la era de DeFi, la confianza proviene de los activos colaterales;
Por qué la estructura de FalconFinance se convertirá en la primera posibilidad de "economía de escala" en cadena
Las finanzas en cadena siempre han tenido un "techo invisible": cuanto más grande, mayor es el riesgo, mayores son los costos y más débil es el sistema. Suena contraintuitivo, pero al observarlo detenidamente te darás cuenta de que este es el destino de todos los protocolos financieros en cadena del pasado. La razón no es tan complicada: en cadena no hay "ventajas estructurales de escala". Cuanto más grande es el protocolo, más concentrado está el riesgo; cuanto más usuarios hay, más fragmentada es la liquidez; cuanto más ricos son los activos, más desordenada es la estructura.
Cada explosión de crecimiento se ve obligada a retroceder debido a la insuficiencia de la capacidad estructural, convirtiéndose finalmente en ciclos de prosperidad breves y temporales. En contraste, la razón por la que la estructura financiera del mundo real puede sostener enormes economías es porque tiene "economías de escala". Cuanto más grande es, más controlable es el riesgo; cuanto más grande es el sistema, más fuerte es el crédito; cuanto más participantes hay, más estable es la liquidez; cuanto más complejos son los activos, más diversa es la economía. La razón por la que las finanzas pueden formar civilización es porque la estructura misma tiene efectos de escala.
Los proyectos como APRO realmente ponen a prueba si el "tiempo puede estar de su lado"
Los problemas de muchos proyectos no radican en la dirección equivocada, sino en que su comprensión del "tiempo" es demasiado optimista. El mercado a menudo tiende a evaluar todo con ciclos cortos, pero no todos los valores son adecuados para ser realizados rápidamente. Este tipo de proyectos de APRO, que son más sistemáticos y fundamentales, en esencia, son un juego sobre el tiempo, y no una competición sobre la velocidad. Desde la experiencia histórica, los proyectos sistemáticos realmente significativos casi siempre han pasado por una fase de desatención e incluso de cuestionamiento. No es porque hayan hecho algo mal, sino porque los problemas que abordan aún no se han hecho completamente evidentes en el entorno actual. La estabilidad, verificabilidad y fiabilidad a largo plazo que APRO busca, en sí mismas pertenecen al "valor posterior"; solo se les dará verdadera importancia después de que los problemas surjan repetidamente.
Desde la perspectiva del mantenimiento a largo plazo, el verdadero desafío de APRO puede que apenas esté comenzando.
Al discutir un proyecto sistémico, las primeras etapas a menudo son las más fáciles de sobrestimar. Porque cuando la funcionalidad acaba de completarse y la estructura apenas está armada, el sistema parece "funcionar" y es más fácil de demostrar. Pero lo que realmente decide si el sistema puede existir a largo plazo no es si puede funcionar al principio, sino si puede mantener su control durante el proceso de operación y mantenimiento a largo plazo. Al poner APRO en esta perspectiva, se verán algunos enfoques que difieren de las discusiones convencionales. El primer desafío del mantenimiento a largo plazo es la acumulación de complejidad. Cualquier sistema, una vez que comienza a ser utilizado de verdad, comenzará a acumular nuevas demandas, parches de reparación y casos límite. Estos cambios en sí mismos no son necesariamente un problema, el problema radica en si el sistema tiene la capacidad de digerir la complejidad. Si la complejidad solo puede resolverse agregando reglas constantemente, el sistema pronto se volverá difícil de mantener. El diseño actual de APRO claramente anticipa este crecimiento de la complejidad, pero si realmente puede ser controlado en la práctica, aún necesita tiempo para ser verificado.
Quizás el problema no esté en APRO, sino en que estamos utilizando la forma incorrecta de evaluarlo.
Al observar proyectos como APRO, siento cada vez más intensamente una sensación de desajuste. Este desajuste no proviene completamente del proyecto en sí, sino más bien del marco de evaluación que estamos acostumbrados a utilizar. Muchos debates superficialmente discuten si el proyecto es bueno o no, pero en realidad están utilizando un conjunto de estándares que no coinciden para exigirle que dé respuestas. La forma de evaluación más común en el mercado actual sigue siendo la que gira en torno a la eficiencia, la velocidad de retroalimentación y los resultados intuitivos. Este conjunto de estándares es muy efectivo en proyectos aplicados y productos transaccionales, pero cuando se aplica directamente a proyectos sistemáticos, a menudo se obtienen conclusiones muy sesgadas. APRO se encuentra precisamente en esta posición de ser revisado repetidamente bajo estándares mal aplicados.
跨链结构是链上最缺乏协调的部分。 过去跨链收益、跨链风险、跨链信用完全割裂,你从 A 链跨到 B 链,就像换了一个国家。 FalconFinance 的跨链不是资产复制,而是结构同步,让不同链之间的风险处理、收益注入、信用来源、稳定性逻辑全部协调一致。 多链不再是碎片,而是体系节点。 这种跨链协调能力,是链上金融十几年里第一次出现。
La velocidad de la 'financiarización' de los activos en la cadena supera con creces la construcción estructural, hasta que apareció FalconFinance
En los últimos años, si solo miras los activos en la cadena, sentirás que esta industria está evolucionando a una velocidad casi lumínica. Los activos han pasado de ser activos simples como ETH y BTC, a LST, LRT, RWA, LP, posiciones apalancadas, certificados de ingresos, stablecoins, activos empaquetados entre cadenas, activos sintéticos... todo tipo de variantes surgen, cada una más compleja, multidimensional y similar a las herramientas financieras complejas del mundo financiero tradicional que la anterior.
En otras palabras: los activos en la cadena están volviéndose cada vez más 'financieros'. Sin embargo, cuanto más rápido es el proceso de financiarización de los activos, más frágil es el sistema; cuanto más alta es la complejidad de los activos, más impotente es el sistema para soportarlo.
¿Por qué proyectos como APRO son difíciles de entender correctamente en las primeras etapas del mercado?
En el mercado de criptomonedas, "ser entendido" es en sí mismo un recurso escaso. No es porque el proyecto sea demasiado complejo, sino porque la mayoría de los participantes no entran al mercado con el propósito de entender. Cuando trato de situar APRO en este contexto real, me doy cuenta de que al principio es difícil de entender correctamente, lo cual no es sorprendente, e incluso se puede decir que es un resultado estructural.
Primero, el mercado tiene una preferencia natural por la retroalimentación inmediata. Un proyecto que puede ofrecer resultados claros en un corto período de tiempo, como ganancias, tráfico o estimulación emocional, es más fácil de aceptar. El problema de APRO es que su valor no se concentra en resultados inmediatos, sino que está disperso en la estabilidad y confiabilidad del funcionamiento a largo plazo del sistema. Este valor, en las primeras etapas, casi no tiene señales evidentes y es difícil de captar rápidamente.
Si los usuarios del futuro ya no "utilizan aplicaciones", sino que "dirigen a sus propios agentes", Kite se convertirá en la base de todo el cambio en la forma de interactuar.
@KITE AI $KITE #KİTE Un cambio que he observado en Internet en los últimos años es particularmente evidente: los usuarios están cada vez menos dispuestos a hacer clic aquí y allá. Antes, abríamos aplicaciones, cambiábamos de interfaz, llenábamos formularios y confirmábamos pagos; aunque estábamos acostumbrados a estas acciones, siempre consumían atención. Ahora, muchas personas comienzan a utilizar herramientas de automatización para reemplazar las operaciones manuales, desde reglas de correo electrónico, hasta atajos, y luego scripts de navegador. La gente no quiere "ser más fuerte", sino "ser más eficiente".
Pero cuando vi que el agente de IA podía entender proactivamente las necesidades, dividir tareas automáticamente y ejecutarlas en múltiples plataformas, de repente me di cuenta de que una gran tendencia se estaba acercando:
Si los agentes de IA finalmente se convertirán en "consumidores entre máquinas", Kite se convertirá en su sistema de liquidación y capa de auditoría de comportamiento
Recientemente he estado pensando en una cuestión: si en el futuro los agentes de IA realizarán la mayoría de las actividades en línea para los usuarios, entonces estas actividades no serán solo "los usuarios consumiendo", sino que se convertirán más en "los agentes consumiendo en nombre de los usuarios". Haces que complete pagos de suscripción, que renueve automáticamente servicios, que compre créditos para usar API, que ejecute tareas en la cadena, que pague por acceder a datos entre diferentes sistemas. Estas acciones parecen ordinarias, pero el rol ha cambiado silenciosamente: no eres tú quien ejecuta los pagos y acciones de consumo, sino tu agente.
Cuando los agentes de IA comienzan a 'tener memoria', todo el mundo de la ejecución experimentará un cambio cualitativo, y Kite es la única forma de hacer que esas memorias sean realmente controlables.
En el último año, he observado muchos productos de IA, algunos que funcionan como asistentes, otros como agentes autónomos, algunos para la automatización empresarial, y otros para la actualización de modelos. Antes, la capacidad de memoria de los modelos era muy débil, solo podía mantener un contexto breve, por lo que no te preocupabas mucho de que 'recordara mal las cosas' o 'ejecutara tareas antiguas'. Pero recientemente, la capacidad de memoria de los grandes modelos se ha vuelto cada vez más fuerte, pudiendo recordar continuamente las preferencias de los usuarios, patrones de tareas y objetivos a largo plazo, e incluso optimizar estrategias de forma autónoma basándose en comportamientos de ejecución pasados.
Esto parece muy potente, pero también trae un gran riesgo: cuando los agentes de IA comienzan a tener 'memoria a largo plazo', la continuidad de sus acciones se convierte en una nueva fuente de riesgo.
Cuando los agentes de IA pueden "saltear entre diferentes plataformas para ejecutar", el control de límites entre sistemas de Kite se convertirá en el mecanismo central para evitar sorpresas.
Recientemente he comenzado a notar una tendencia cada vez más evidente: los agentes de IA ya no se conforman con trabajar en una sola plataforma, han comenzado a adquirir la capacidad de "ejecutar tareas entre sistemas". Desde correos electrónicos hasta documentos, desde API hasta contratos, desde SaaS hasta protocolos en cadena, parecen haber adquirido por primera vez la "capacidad de movilidad" en el mundo digital.
Una tarea simple puede involucrar cuatro o cinco sistemas, siete u ocho interfaces, y más de diez transiciones de estado, y todo esto lo completan automáticamente los agentes, sin necesidad de intervención manual del usuario.
Cuando los agentes de IA comienzan a "aprender a negociar", la estructura de identidad de Kite se convertirá en la fuente de confianza más básica en la sociedad de agentes del futuro
En este período, me ha sorprendido profundamente una tendencia: cada vez más agentes de IA comienzan a tener la capacidad de "negociar". No solo pueden entender las tareas, sino también juzgar costos, analizar beneficios, elegir opciones e incluso negociar con los proveedores de servicios.
Preguntan a los proveedores de API si hay opciones más baratas, preguntan a las plataformas de comercio si hay descuentos y analizan proactivamente si la tarea debe ser subcontratada o ejecutada por ellos mismos. Es decir, los agentes están comenzando a tener "intuición económica". Antes, los agentes solo eran ejecutores;
Ahora, los agentes están gradualmente convirtiéndose en coordinadores;