Elon Musk, el enigmático CEO de SpaceX y Tesla, ha vuelto a ser noticia con sus comentarios sobre los aparentes vínculos de la Casa Blanca con BlackRock, la firma de gestión financiera más grande del mundo. Los tuits y las declaraciones públicas de Musk expresando su preocupación por la posible influencia que BlackRock podría tener sobre las políticas y decisiones gubernamentales provocaron un acalorado debate entre políticos, economistas y el público en general.
Las preocupaciones de Elon Musk sobre las relaciones entre la Casa Blanca y BlackRock
Elon Musk comentó sobre los vínculos de la Casa Blanca con BlackRock, y su opinión no es favorable. Vivek Ramaswamy, candidato presidencial estadounidense, explica cómo se utilizan actores privados como BlackRock para implementar políticas que encuentran oposición en el Congreso, inquietudes planteadas por Elon Musk sobre el poder de los gestores de fondos pasivos e indexados para afectar los precios de las acciones.
Elon Musk ha respondido a la relación de la Casa Blanca con BlackRock ofreciendo sus opiniones. Afirma que:
Los gestores de fondos pasivos/indexados tienen un enorme control sobre las empresas que cotizan en bolsa.
— Elon Musk (@elonmusk) 16 de julio de 2023
Vivek Ramaswamy profundiza más en este tema y describe cómo la Casa Blanca utiliza entidades privadas como BlackRock para llevar a cabo programas que enfrentan desafíos durante el proceso legislativo. Con frecuencia se utilizan los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) para referirse a estas regulaciones.
Vivek explica cómo la Casa Blanca utiliza actores privados como BlackRock para implementar lo que no pueden aprobar en el Congreso, etiquetarlo como ESG y afirmar que es bueno para el medio ambiente. AHORA: Los republicanos de la Cámara de Representantes lanzarán una investigación sobre BlackRock y Vanguard. 🔊 pic.twitter.com/8Cpc7G2dyX
– TaraBull (@TaraBull808) 16 de julio de 2023
La Casa Blanca y el nexo de BlackRock
La enorme base de activos de BlackRock le otorga una considerable influencia en los mercados financieros internacionales. Su alcance es mucho más amplio de lo que sugiere su prominencia en Wall Street; la firma tiene inversiones en una amplia gama de necesidades, desde energía y electrónica hasta atención médica y bienes raíces.
El enorme tamaño de BlackRock y sus amplias conexiones implican que las actividades y decisiones de la empresa pueden tener efectos de largo alcance en la economía y la vida cotidiana de las personas.
Los estrechos vínculos que supuestamente tiene BlackRock con la Casa Blanca son la fuente de las preocupaciones de Elon Musk. Le preocupa que estas conexiones puedan dar lugar a que la empresa y sus filiales reciban un trato preferencial, lo que podría tener un efecto en la política gubernamental de una manera que favorezca sus intereses a expensas de los demás. Aunque no hay ninguna prueba real de que haya habido una irregularidad, la apariencia de una relación de ese tipo puede poner en duda la equidad, la ética y el proceso democrático.
Además, en las redes sociales se ha desatado un debate sobre si BlackRock y Vanguard funcionan como gobiernos en la sombra. Algunos han cuestionado las conexiones de Vivek con Blackrock. En cambio, otros han criticado el sistema DEI/ESG, argumentando que el hecho de que Phillip Morris tenga una calificación ESG más alta que Tesla, de Elon Musk, demuestra toda la farsa.
Ambas organizaciones han demostrado interés en las criptomonedas, y Vanguard ha invertido 560 millones de dólares en mineros de Bitcoin. El 15 de junio, BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo, con más de 9,4 billones de dólares en activos, presentó su solicitud inicial para un fondo cotizado en bolsa (ETF) de Bitcoin al contado.
La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha anunciado que ha incluido la solicitud de BlackRock para un fondo cotizado en bolsa (ETF) de Bitcoin al contado en sus propuestas de elaboración de normas para el mercado de valores Nasdaq.
Lo que podrían significar los supuestos vínculos
El hecho de que se rumoree que BlackRock está cerca de la Casa Blanca plantea varias preocupaciones. En primer lugar, está el problema de la influencia indebida que se ejerce sobre las políticas del gobierno.
Supongamos que grandes instituciones financieras como BlackRock logran afianzarse en los pasillos del poder. En ese caso, existe el riesgo de que decisiones cruciales sobre regulaciones económicas, políticas tributarias y reformas del sector financiero favorezcan a esas entidades, consolidando aún más su poder y potencialmente exacerbando la desigualdad de ingresos.
Otro aspecto que genera alarma es la rendición de cuentas y la transparencia. Es necesario que el público pueda controlar las actividades del gobierno para garantizar la salud y la supervivencia de una democracia capaz de producir resultados legítimos.
La confianza del público en el gobierno y en las instituciones privadas se ve dañada cuando existe la más mínima apariencia de un vínculo clandestino entre ambos, lo que puede hacer que las personas pierdan la fe en el proceso democrático.
Además, la interrelación entre política y dinero puede dar lugar a un fenómeno conocido como “puerta giratoria”, en el que la gente pasa del sector público al privado y viceversa, lo que posiblemente oculte las distinciones entre los intereses del gobierno y los de las empresas comerciales. Un fenómeno de esta naturaleza podría dar lugar a percepciones de favoritismo y conflictos de intereses, lo que socavaría aún más la confianza pública en la honestidad de las autoridades públicas.