El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que dejaría de enviar armas ofensivas a Israel si este continúa con su invasión terrestre de Rafah, denunciando que la posible pérdida de vidas civiles es "incorrecta".
"Continuaremos garantizando la seguridad de Israel con el sistema Iron Dome y su capacidad para responder a los recientes ataques de Medio Oriente", dijo Biden en una entrevista con CNN el miércoles. Esto está mal. Históricamente se han utilizado contra Rafah como resultado de estas bombas y otras formas en las que han atacado centros residenciales. Leyes, armas para enfrentar la ciudad, para enfrentar este problema”.
Se interpreta en sentido amplio que incluye todas las armas ofensivas, como bombas y proyectiles de artillería. "Capitol Hill" enfatizó que estos comentarios fueron "la primera vez que él (Biden) ha amenazado explícitamente con cortar el suministro de armas ofensivas a los aliados de Estados Unidos".
Horas antes, el Departamento de Estado de EE.UU. anticipó una nueva "advertencia" a Israel sobre la cuestión de Rafah, diciendo que era una decisión que aún estaba gestando la Casa Blanca (es decir, si ampliar el alcance de la suspensión de envíos de armas más allá del ámbito de aplicación de la suspensión inicial). El mismo día, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo que Estados Unidos estaba revisando "otros sistemas de armas potenciales según sea necesario".
Estados Unidos ha suspendido previamente la entrega de unas 3.500 bombas a Israel que podrían causar daños colaterales masivos en la ciudad densamente poblada de Rafah, en el sur de Gaza, a medida que crecen las preocupaciones sobre la conducta bélica del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Gaza. La medida es la señal más grave hasta ahora del descontento de la administración Biden con la guerra en curso contra Hamás.
El gobierno de Estados Unidos también quiere reservar espacio para una reunión de negociadores en El Cairo esta semana mientras continúan sus esfuerzos por alcanzar un alto el fuego y un acuerdo de rehenes entre Israel y Hamás. Entre los funcionarios involucrados en las negociaciones se encontraba el director de la CIA, William Burns.