En medio de murmullos de descontento y una posible reorganización dentro de la división cibernética y criptográfica de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), se informa que abogados experimentados en el cumplimiento están mirando la puerta de salida.

El corresponsal de Fox Business, Charles Gasparino, hizo sonar la alarma el 9 de febrero, señalando un aumento en los currículums que circulan entre el personal actual de la SEC, lo que indica que una ola de salidas podría estar en el horizonte.

El telón de fondo de esta incertidumbre sobre la dotación de personal es un sentimiento creciente dentro de la industria de la criptografía de que el enfoque del presidente de la SEC, Gary Gensler, es demasiado estricto, particularmente hacia las empresas que operan en finanzas descentralizadas (DeFi), donde las leyes de valores tradicionales se están aplicando con resultados polémicos.

SCOOP: @SECGov se prepara para un gran éxodo entre los abogados de alto nivel en su unidad cibernética y de criptoactivos, según funcionarios de importantes firmas de abogados que han visto varios de los currículums. @FoxBusiness oculta nombres para proteger la privacidad; los movimientos sugieren que el sangrado de…

– Charles Gasparino (@CGasparino) 9 de febrero de 2024

Echando más leña al fuego, la periodista de Fox Business, Eleanor Terrett, reveló el impulso de la SEC para una solicitud de financiación récord de 2.400 millones de dólares, con planes para reforzar sus filas en 170 puestos, incluso dentro de la unidad de criptografía.

Sin embargo, la perspectiva de cambios políticos cobra gran importancia. Los analistas especulan que si el presidente Joe Biden consigue un segundo mandato en las elecciones de 2024, el mandato de Gensler podría extenderse hasta 2026. Por el contrario, una victoria del expresidente Donald Trump u otro candidato republicano podría llevar a la SEC en una dirección diferente.

El entrelazamiento de la política con la supervisión regulatoria genera preocupaciones sobre la futura imparcialidad y eficacia de la Comisión en la regulación de la industria de la criptografía.

Además, surgen dudas sobre si Gensler seguirá la tradición de dimitir con un cambio en el liderazgo presidencial. Abundan las especulaciones sobre su posible resistencia a la renuncia, dada la ausencia de un precedente establecido para destituir a un comisionado de la SEC “por causa justificada” durante una transición de poder.

El resultado de este juego de ajedrez político tiene implicaciones importantes para el sector criptográfico, con la posibilidad de que se produzcan turbulencias regulatorias en el horizonte.