Tesla ha vaciado sus existencias de bitcoins y ha enviado todos sus activos a monederos desconocidos. Curiosamente, todas las direcciones que recibieron los fondos eran direcciones P2PKH (Pay to Public Key Hash) de estilo antiguo. El primer lote de BTC, detectado por Arkham Intelligence, incluía 1.800 BTC enviados a un monedero que empezaba con “1D6Vh”, donde los fondos permanecen intactos hasta ahora. Lo mismo ocurre con los 11.509 BTC restantes, que se movieron en una serie de aproximadamente 20 transacciones distintas, valoradas colectivamente en más de 760 millones de dólares.
SpaceX de Elon Musk, con su participación de 8.285 BTC valorados en 555,47 millones de dólares, añade otra capa a la narrativa más amplia de la importante participación de sus empresas en las criptomonedas. A medida que Tesla mueve sus fondos, la atención se centra en la estrategia de SpaceX. La alineación de estas enormes tenencias sugiere un enfoque calculado, lo que deja lugar a especulaciones sobre cómo se gestionarán estos activos. Sigue siendo incierto si estas monedas se vendieron o simplemente se transfirieron.
El movimiento a gran escala de bitcoins de Tesla podría indicar un reposicionamiento estratégico o medidas de seguridad mejoradas, lo que plantea interrogantes sobre las futuras intenciones de la empresa en materia de criptomonedas. Si bien el destino y el propósito de estos fondos siguen sin estar claros, esta transacción sin duda ha llamado la atención de analistas y entusiastas de las criptomonedas por igual, lo que ha despertado curiosidad sobre el papel cambiante de Tesla en el espacio de los activos digitales.