El énfasis de ambos candidatos presidenciales estadounidenses en el desarrollo de la industria minera de bitcoin en el país podría anticipar el inicio de una guerra internacional de hash. Igor Runets, propietario y director ejecutivo de Bitriver, uno de los mayores proveedores mundiales de servicios de centros de datos para minería sostenible, cree que Estados Unidos corre el riesgo de perder su posición como líder en minería ante Rusia, que actualmente está armando un marco regulatorio favorable a la minería.
Runets cree que la inclusión del tema de las criptomonedas en sus respectivas agendas por parte de Donald Trump y Kamala Harris se deriva del temor a perder este lugar de liderazgo en la industria.
En este sentido, considera que la recién aprobada ley minera aporta elementos que pueden impulsar el crecimiento de la industria en Rusia, allanando el camino para convertirse en un líder en el rubro. “El año pasado, alcanzamos a Estados Unidos en términos de tasas de crecimiento, y la brecha en valores absolutos se está reduciendo”, dijo a medios locales.
La regulación incentiva a las compañías de petróleo y gas a trabajar junto a los mineros de bitcoin, ofreciendo beneficios por usar gas de petróleo para minar bitcoin.
Runets declaró:
Si en Rusia la minería consume actualmente más de 2,5 GW, en Estados Unidos supera los 7 GW. En dos o tres años, gracias a su propia generación y al uso de gas de petróleo asociado, las mineras rusas pueden convertirse en líderes.
En septiembre, el presidente Putin reconoció el tamaño y la importancia de la actividad minera de criptomonedas, vinculándola con el excedente de capacidad energética de Siberia. No obstante, también aclaró que, si bien el crecimiento de la industria minera era relevante, “la construcción de viviendas, instalaciones industriales y sociales y el suministro de electricidad a las instalaciones de producción planificadas no es menos importante, y quizás más importante”.