A las tres de la mañana, el gráfico K de la bolsa todavía estaba parpadeando. Acababa de cerrar una posición en un contrato de ETH cuando, de repente, apareció un mensaje privado en la esquina inferior derecha de la pantalla. La foto de perfil era de un mar gris, y el mensaje era solo una corta frase: “Hermano, ¿puedes enseñarme a recuperar mi inversión?”
Inicialmente, quise ignorarlo; en esta industria siempre hay personas que pierden y están desesperadas, la mayoría viene con una mentalidad de apostador para probar suerte. Pero la otra persona envió una captura de pantalla, y el saldo de la cuenta solo tenía 287 dólares. En el historial de transacciones había muchas órdenes de gran tamaño abiertas a las tres de la mañana, la más reciente fue hace dos horas, cuando apostó su último capital en un contrato perpetuo de SOL, resultando en una gran caída.
Miré la pantalla en silencio durante mucho tiempo y pensé en mí mismo hace tres años. En ese entonces, también había sufrido pérdidas por operar en exceso, perdiendo en una noche las ganancias de seis meses, casi rompí mi computadora. Le respondí: “Primero, detente. No pienses en recuperar la inversión, piensa en cómo minimizar tus pérdidas.”
Pasaron diez minutos antes de que respondiera, y entre líneas se podía sentir su pánico: “¿Qué hago si no me detengo? Ese préstamo en línea debo pagarlo el próximo mes. No puedo dejar que mi hija me vea siendo perseguido por deudas, ¿verdad?”
“Tu problema actual no es que no hayas ganado dinero, es que has convertido ‘recuperar la inversión’ en una razón para apostar.” Abrí su historial de transacciones y le señalé los momentos en los que había operado con exceso, “Mira, cada vez que pierdes, piensas en aumentar tu inversión para recuperar lo perdido, y terminas perdiendo más. Es como si al reformar tu casa, supieras que la pared está torcida, pero aún así insistes en seguir colocando ladrillos, al final solo terminarás derrumbándolo más.”
Dos semanas después, me envió otro mensaje, esta vez la foto de perfil era un dibujo de su hija, donde aparecía un papá sonriente. “Hermano, conseguí un trabajo a medio tiempo en reformas, pagué una parte del préstamo. Finalmente, no he estado operando a ciegas como antes.” También adjuntó una captura de pantalla; aunque no era una gran ganancia, en su historial de transacciones ya no había operaciones excesivas a las tres de la mañana, sino muchas más operaciones con paciencia para tomar ganancias y limitar pérdidas.
Sonreí al mirar la pantalla y recordé algo que a menudo digo a los nuevos: en el trading, lo más importante que debes aprender no es cómo ganar dinero, sino cómo, al ver claramente los límites de tus habilidades, presionar el botón de pausa a tiempo. Afuera, el día comenzaba a aclararse, el gráfico K seguía parpadeando, pero esta vez sabía que alguien finalmente había encontrado la dirección para salir de ese mar gris.
Inicia sesión para explorar más contenidos
Conoce las noticias más recientes del sector
⚡️ Participa en los últimos debates del mundo cripto