Una moneda fiduciaria es la representación monetaria establecida por un estado, bajo la gestión de un banco central. Y sirve principalmente para proporcionar un medio de pago único y armonizado en un territorio determinado. Su valor se sustenta en gran medida en el hecho de que se impone a la población afectada en la forma de lo que algunos presentan como determinismo monetario. Es decir, un individuo nacido en una determinada parte del mundo se convertirá inevitablemente en usuario de la moneda del gobierno del que depende.