Los tres principales índices bursátiles estadounidenses, el S&P 500, el Nasdaq Composite y el Dow Jones Industrial Average, abrieron a la baja el lunes, ampliando las pérdidas de la semana pasada. El S&P 500 cayó un 0,34%, el Nasdaq Composite cayó un 0,27% y el Dow Jones Industrial Average bajó un 0,35%. La caída fue generalizada, ya que los 11 sectores del S&P 500 cerraron en rojo. Las acciones tecnológicas estuvieron entre las más afectadas, y el Nasdaq Composite se vio afectado por las caídas de Apple Inc., Microsoft Corp. y Amazon.com Inc. La caída del mercado de valores se produce en un momento en que los inversores siguen preocupados por el impacto económico de la pandemia de COVID-19. El virus ha provocado confinamientos generalizados y cierres de empresas, lo que ha provocado una fuerte caída de la actividad económica. Los inversores también están preocupados por las próximas elecciones presidenciales estadounidenses y la posibilidad de una mayor volatilidad en los mercados. Ante tanta incertidumbre, los inversores están adoptando una actitud cautelosa y reduciendo su exposición al riesgo. Es importante tener en cuenta que el mercado de valores es volátil y puede experimentar caídas a corto plazo. Es fundamental no entrar en pánico y, en cambio, centrarse en estrategias de inversión a largo plazo.