La principal agencia de calificación crediticia de China, Chengxin International Credit Rating (CCXI), ha rebajado la calificación crediticia de Estados Unidos, lo que genera preocupaciones sobre la escalada de la discordia política, la espiral inflacionaria y el implacable estancamiento en torno al techo de deuda de Estados Unidos. La rebaja a AAg+ desde la anterior AAAg es una medida importante que refleja la creciente ansiedad por la salud fiscal de Estados Unidos, la economía más grande del mundo.

La política arriesgada perjudica la confianza económica

En el centro de la rebaja está la creciente polarización en la política estadounidense. La disputa entre los dos partidos principales sobre el techo de la deuda se ha intensificado, complicando significativamente las negociaciones y socavando la probabilidad de una resolución oportuna. Como resultado, la agencia expresa preocupación de que incluso si se llega a un acuerdo, la prolongada política arriesgada podría desencadenar una mayor incertidumbre en las políticas estadounidenses, sacudiendo la confianza en la economía.

Además, CCXI subrayó que los incumplimientos recurrentes del techo de deuda y la disminución de la fortaleza fiscal están erosionando la solvencia del dólar estadounidense. La agencia afirmó: “La intensificación de las divisiones políticas entre los dos partidos en Estados Unidos ha aumentado la dificultad de resolver la cuestión del techo de la deuda”.

Este paso dramático proviene de Fitch, Moody's y S&P, quienes también han manifestado preocupaciones sobre la calificación crediticia de Estados Unidos debido al estancamiento sobre el techo de deuda. Sin embargo, han optado por poner bajo vigilancia la calificación crediticia AAA en lugar de emitir una rebaja.

Implicaciones de una rebaja de la calificación crediticia

Esta medida del CCXI tiene implicaciones importantes. Es la primera vez que una institución china expresa públicamente su preocupación por el estancamiento del techo de deuda de Estados Unidos. Y teniendo en cuenta la condición de China como segundo mayor tenedor de letras del Tesoro estadounidense, no se puede subestimar el impacto de esta rebaja.

Una caída en la calificación crediticia soberana puede potencialmente aumentar los costos de endeudamiento a corto plazo en varios sectores. Además, afecta el costo de pagar la enorme deuda de 31,4 billones de dólares de Estados Unidos, lo que podría afectar a los contribuyentes y potencialmente sacudir el mercado financiero mundial.

En medio de esta situación en desarrollo, el gobierno de Estados Unidos enfrenta el desafío de navegar a través de disputas políticas e incertidumbre económica. El mundo ahora observa, conteniendo la respiración, cómo se desmorona la discordia política y se desarrolla su impacto en el panorama financiero global.

En conclusión, la reciente rebaja de la calificación por parte de CCXI subraya la gravedad de la situación fiscal de Estados Unidos y la compleja dinámica en juego. Pinta un panorama sombrío de los posibles efectos dominó que podrían perturbar la economía global si no se alcanza rápidamente una solución al problema del techo de deuda.