El Reino Unido ha promulgado ahora una ley que clasifica los activos digitales como propiedad personal. Esto proporciona a los usuarios derechos más claros, incluyendo prueba de propiedad, la capacidad de recuperar activos robados y la capacidad de gestionarlos en los tribunales o durante la insolvencia. Un gran paso hacia mercados de criptomonedas más seguros y regulados en el Reino Unido.