
La FDIC revisará sus directrices y abrirá la puerta a que los bancos se involucren en el mercado de las criptomonedas
La FDIC se dispone a revisar sus directrices sobre criptomonedas, lo que podría permitir a los bancos participar en actividades relacionadas con activos digitales. Este cambio se alinea con la postura pro-criptomonedas de la administración Trump, allanando el camino para los depósitos tokenizados y una participación bancaria más amplia en las criptomonedas.
La FDIC permitirá a los bancos operar con criptomonedas
En un importante cambio de política, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de Estados Unidos (FDIC) estaría revisando sus directrices sobre criptomonedas, eliminando obstáculos regulatorios que durante mucho tiempo han impedido a los bancos participar en actividades con activos digitales.
Según un informe de Barrons, la FDIC pretende eliminar la necesidad de aprobación previa antes de que los bancos puedan ofrecer servicios relacionados con las criptomonedas, incluidos depósitos tokenizados que podrían llevar las cuentas corrientes a las cadenas de bloques.
El presidente interino, Travis Hill, reconoció que los bancos que buscan ingresar al espacio criptográfico se han enfrentado a retrasos y resistencia regulatoria bajo políticas pasadas.
Esta medida sigue a una orden judicial de publicación de documentos internos de la FDIC motivada por una demanda de Coinbase, que buscaba transparencia en las decisiones regulatorias con respecto a las criptomonedas.
Si se implementa, este cambio de política podría acelerar rápidamente la adopción de criptomonedas por parte de los bancos. El director ejecutivo de Bank of America, Brian Moynihan, confirmó recientemente que los bancos están listos para participar una vez que las regulaciones lo permitan.
Mientras tanto, Standard Chartered predice que Bitcoin podría alcanzar los $500,000 para 2028, con una mayor participación bancaria impulsando la accesibilidad y la estabilidad en el mercado de criptomonedas.
Ahora que la FDIC se dispone a aliviar las restricciones, el sector bancario tradicional y los activos digitales podrían pronto estar más interconectados que nunca.