La mayoría de los sistemas parecen inteligentes cuando todo va bien.
La verdadera pregunta es cómo se comportan cuando las suposiciones se rompen.
Los mercados colapsan. La liquidez desaparece. Las correlaciones se disparan.
Estos no son casos extremos, son características recurrentes de la historia financiera.
Sin embargo, gran parte de DeFi todavía está diseñado como si el futuro siempre se pareciera al pasado reciente.
Esta es una ilusión peligrosa.
La verdadera resiliencia no se trata de optimización para condiciones normales.
Se trata de un comportamiento elegante bajo estrés.
Cada protocolo DeFi incorpora una cosmovisión, un conjunto de creencias sobre la volatilidad, el comportamiento de los participantes y el flujo de información. Cuando esas creencias son incorrectas, el sistema no solo tiene un rendimiento inferior; activa y amplifica el daño.