Según Cointelegraph, las Naciones Unidas (ONU) y el gobierno holandés han anunciado planes para crear un marco para la supervisión ética de la inteligencia artificial (IA). La Autoridad Holandesa para la Infraestructura Digital y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lanzaron oficialmente el proyecto, llamado "Supervisión de la IA por parte de autoridades competentes", el 5 de octubre. El proyecto tiene como objetivo recopilar datos sobre cómo los países europeos supervisan la IA. y cuenta con el apoyo financiero del Instrumento de Apoyo Técnico (TSI) de la Comisión Europea. La información recopilada dará como resultado una lista de recomendaciones del tipo de mejores prácticas.

Gabriela Ramos, subdirectora general de ciencias sociales y humanas de la Unesco, enfatizó que la discusión no es sobre tecnología sino sobre sociedad. Afirmó que se necesitan marcos de gobernanza eficaces respaldados por valores éticos y morales para dar forma al desarrollo tecnológico de la IA. La información recopilada también ayudará en la creación de futuras sesiones de capacitación para mejorar la capacidad institucional sobre el tema. La UNESCO ya ha desempeñado un papel importante en la creación de directrices éticas para la IA, que todos sus estados miembros adoptaron en noviembre de 2021.

Estas medidas de la UNESCO se producen después de que el parlamento aprobara la Ley de IA de la UE en junio de 2022. La Ley de IA es un conjunto integral de reglas para el desarrollo de la IA dentro de la UE. Desde la aprobación del proyecto de ley, la UE ha introducido una iniciativa para las nuevas empresas de IA en la región, que acelerará el acceso a las supercomputadoras. Algunos países europeos, como España y Alemania, también han estado considerando estrategias de desarrollo y regulación de la IA. España anunció planes para crear una agencia local de regulación de la IA y una estrategia nacional para garantizar que el desarrollo de la IA en el país sea inclusivo, sostenible y centrado en los ciudadanos. En Alemania, los políticos y los expertos digitales están divididos sobre cómo gestionar e implementar mejor la tecnología.