El Líbano vuelve a ser noticia a medida que se intensifica el conflicto en Oriente Medio. Antes de estos últimos acontecimientos, el Líbano ya se había convertido en un símbolo de la rapidez con la que una sociedad aparentemente estable puede caer en el caos.
Si sigue los acontecimientos más importantes de la economía mundial, probablemente recordará que el pasado reciente del Líbano es un ejemplo vívido de cómo se ve un colapso monetario total en una economía moderna y avanzada. Si bien hay algunos libros excelentes que describen la hiperinflación en términos académicos y distantes, lo que a menudo falta es la historia humana: cómo es realmente ser una persona normal y productiva con una familia y una cuenta bancaria, y vivir el colapso de la moneda de su país.
Desde hace un tiempo, sé que mi amigo Tony Yazbeck, cofundador de The Bitcoin Way, había experimentado esta realidad. Pero no fue hasta que vi esta entrevista con él que me di cuenta de lo valiosa que es su historia para que todos la escuchen. La historia de Tony ofrece una visión personal y poco común de lo que significa cuando el sistema bancario de tu país se desintegra, cuando pierdes el acceso a tus ahorros, cuando los precios de los alimentos se multiplican por diez en unos pocos meses y cuando incluso las necesidades básicas como los medicamentos y el combustible se convierten en lujos.
Le pregunté a Tony si podía explicar no sólo por qué se derrumbó el Líbano, sino también cómo Bitcoin podría haber sido un salvavidas en una situación tan desesperada.
Líbano: un país al borde del abismo
Antes de su colapso económico, Líbano era un país vibrante y cosmopolita, a menudo llamado el “París de Oriente Medio”. Su economía prosperaba gracias a la banca, el turismo y los servicios, lo que lo posicionaba como un puente entre Oriente y Occidente. Para Tony, esta prosperidad no era una ilusión: era su vida diaria. “Mi vida en Líbano era extraordinaria”, recuerda. “Dirigía tres negocios prósperos y vivía un estilo de vida lujoso. Ya se tratara de los últimos coches, los mejores restaurantes o los clubes más de moda, Beirut lo tenía todo”.
Sin embargo, bajo la superficie se estaban formando grietas. El sector bancario del Líbano, otrora motivo de orgullo, se construyó sobre prácticas insostenibles y el país se estaba ahogando en deudas. Durante años, el banco central del Líbano había vinculado la libra libanesa al dólar estadounidense a un tipo de cambio artificialmente alto, lo que creó una falsa sensación de estabilidad.
Para mantener esta paridad monetaria era necesario recibir constantemente flujos de dólares, pero cuando esos flujos se acabaron, el castillo de naipes se derrumbó.
En 2019, los bancos del Líbano comenzaron a restringir el acceso a los ahorros, imponiendo controles de capital informales sin ningún marco legal. “De la noche a la mañana, la gente perdió el acceso a sus fondos”, dice Tony. “No podían retirar su propio dinero, e incluso si podían, era en libras libanesas que estaban perdiendo valor rápidamente”.
Para quienes no están familiarizados con una crisis monetaria, la limitación de los retiros bancarios es una de las primeras señales de que el sistema está fallando. El gobierno y los bancos intentan retrasar lo inevitable bloqueando su propio dinero en el sistema. Para entonces, ya es demasiado tarde.
De negocios prósperos a $70 en mano
A principios de 2020, el Líbano incumplió el pago de su deuda externa y el valor de la libra libanesa se desplomó. Se desató una hiperinflación que destruyó el poder adquisitivo de la gente común.
Tony observó impotente cómo sus ahorros se evaporaban y sus negocios se desmoronaban. “Pasé de ser un empresario exitoso a tener solo 70 dólares a mi nombre en lo que pareció un abrir y cerrar de ojos”, recuerda. “No podía pagar el alquiler, las cuotas escolares o incluso comprar alimentos básicos”.
La hiperinflación se apoderó de la economía a una velocidad asombrosa. “Una barra de pan que antes costaba 1.500 libras esterlinas se disparó a más de 30.000 libras esterlinas en cuestión de meses”, explica Tony. Los precios del combustible fueron aún peores. “A principios de 2023, un galón de gasolina pasó de 25.000 libras esterlinas a más de 500.000 libras esterlinas en apenas unas semanas. Era imposible seguir el ritmo de los precios”.
La destrucción no se limitó a la riqueza material; el costo psicológico fue inmenso. Tony describe la ansiedad y el pánico que sintió al ver desaparecer el éxito que tanto le había costado conseguir. “Por primera vez en mi vida, no sabía qué hacer. Me sentí completamente impotente”.
Una sociedad civil fracturada
A medida que la moneda libanesa se desplomaba, también lo hacía su tejido social. Las personas que antes vivían vidas cómodas, propias de la clase media, de repente se encontraron luchando por sobrevivir. Los productos básicos empezaron a escasear y el precio de los artículos de uso diario se disparó.
La dinámica de poder dentro de las comunidades cambió a medida que quienes controlaban bienes esenciales como los alimentos y el combustible adquirían una influencia desproporcionada. “Se informó de que bandas se apoderaban de barrios, controlaban el acceso a los bienes y exigían tarifas de protección”, recuerda Tony.
Incluso la electricidad se convirtió en un lujo. Con la red nacional en ruinas, la mayoría de la gente tuvo que depender de generadores privados, pero el coste de su funcionamiento era astronómico. “Las tarifas mensuales de los generadores aumentaron de 200.000 libras esterlinas a más de 4.000.000 libras esterlinas”, explica Tony. Muchas familias se vieron obligadas a vivir sin electricidad durante largos periodos de tiempo.
En respuesta a la crisis, la gente recurrió a formas alternativas de intercambio. El trueque se volvió común, con personas intercambiando bienes y servicios directamente. “Si no podías pagar en efectivo, podías ofrecer trabajo de plomería a cambio de alimentos”, dice Tony. El dólar estadounidense, que ya se usaba ampliamente antes del colapso, se convirtió en la moneda predeterminada para muchas transacciones. Las monedas digitales, y especialmente las monedas estables como Tether (USDT), también ganaron fuerza a medida que la gente buscaba formas de preservar el valor fuera del colapso del sistema bancario.
Lo que podría haber sido: Bitcoin como salvavidas
Mientras Tony relata el colapso, surgen preguntas: ¿Se podría haber evitado? ¿O al menos, las personas podrían haberse protegido mejor de alguna manera? Para Tony, la respuesta es clara: sí, con acceso a bitcoin, muchos de los peores efectos de la crisis podrían haberse evitado.
“Si hubiera sabido sobre Bitcoin antes de la crisis, podría haberme salvado”, dice Tony sin dudarlo. “Bitcoin me habría dado una forma de almacenar valor fuera del sistema bancario, que fracasó por completo. No me habría quedado sin mis propios ahorros y podría haber preservado mi riqueza mientras la libra libanesa colapsaba”.
Bitcoin es inmune al tipo de controles de capital que los bancos del Líbano impusieron en 2019. Ningún gobierno ni banco puede congelar su bitcoin ni restringir el acceso a él. En un país donde el sistema bancario se convirtió en una trampa, Bitcoin habría proporcionado una salida.
Aunque la moneda libanesa perdió más del 90% de su valor, el bitcoin mantuvo su poder adquisitivo a nivel mundial. “El bitcoin no está vinculado a ningún gobierno ni banco central, por lo que no se lo puede manipular como se hacía con la libra libanesa”, explica Tony. “Es una protección contra la hiperinflación, que habría sido fundamental cuando los precios se duplicaban y triplicaban cada pocos meses”.
El estatus de Bitcoin como activo portador digital habría sido igualmente importante. “Cuando el efectivo deja de tener valor y los bancos dejan de funcionar, ¿cómo se pagan las cosas? ¿Cómo se comercia?”, pregunta Tony.
En el Líbano, el trueque y los intercambios informales se volvieron necesarios para la supervivencia. En muchas situaciones, el bitcoin puede haber servido como una alternativa viable al trueque, a las libras libanesas sin valor y a los dólares estadounidenses que eran difíciles de conseguir.
Lecciones para el mundo
La crisis del Líbano es una dura advertencia para el resto del mundo. Aunque muchas personas en los países desarrollados creen que sus economías son demasiado estables como para colapsar de esa manera, la experiencia de Tony debería hacernos reflexionar. “Lo que me pasó a mí podría pasar en cualquier parte”, advierte. “No crean que son inmunes sólo porque viven en un país supuestamente estable. La mecánica de la moneda fiduciaria es la misma en todas partes”.
Tony señala a Estados Unidos como ejemplo de un país que está recorriendo el mismo camino peligroso que el Líbano. “La deuda nacional estadounidense supera ahora los 35 billones de dólares. Desde 1971, cuando el dólar dejó de estar sujeto al patrón oro, la oferta monetaria ha aumentado más del 8.000%. Ese tipo de impresión de dinero no puede continuar eternamente”.
Si bien Estados Unidos se beneficia de ser el emisor de la moneda de reserva mundial, ese estatus no está garantizado indefinidamente. “Todas las monedas fiduciarias se encaminan a cero en algún momento”, advierte Tony. “Algunas fracasarán antes que otras, pero todas fracasarán. El dólar estadounidense puede ser el último en caer, pero su turno está llegando”.
Las lecciones del colapso del Líbano son claras: proteja su riqueza antes de que se desate una crisis y no dé por sentado que su gobierno o su sistema bancario estarán allí para salvarlo cuando las cosas vayan mal. Para Tony, eso significa recurrir al bitcoin. “El bitcoin es el único activo que es verdaderamente inconfiscable”, afirma. “Es la única forma de escapar de un sistema quebrado”.
Una nueva misión para reconstruir con bitcoin
Tras el colapso del Líbano, Tony ha dedicado su vida a ayudar a otros a evitar el mismo destino. Fundó The Bitcoin Way, una empresa de educación y servicios técnicos sobre bitcoin diseñada para enseñar a la gente a utilizar bitcoin para protegerse de las crisis monetarias. “La crisis me obligó a estudiar y comprender el dinero”, dice Tony. “Me di cuenta de que el sistema fiduciario es una estafa, diseñado por ladrones para robarnos y controlarnos. Bitcoin es la solución”.
Todos los días, Tony enseña a sus clientes cómo tomar el control de su futuro financiero usando bitcoin. “Una vez que entiendes cómo funciona bitcoin, ves las fallas de los sistemas fiduciarios tradicionales”, explica Tony. “Aprendes a administrar tus activos de forma segura, a realizar transacciones independientemente de los bancos y a proteger tu riqueza de la inflación y la inestabilidad económica”.
El camino por delante
Tony cree que el colapso de la libra libanesa era evitable, pero eso habría exigido reformas estructurales que nunca se llevaron a cabo. “Si el Líbano hubiera abordado la corrupción, mantenido la transparencia y ajustado el tipo de cambio fijo de manera responsable, las cosas podrían haber resultado diferentes”, afirma.
Pero dada la corrupción profundamente arraigada en los sistemas político y financiero del Líbano, el colapso era casi inevitable.
Al reflexionar sobre su experiencia, Tony ve paralelismos entre el Líbano anterior a la crisis y la situación actual de muchas economías desarrolladas. “Estamos viendo los mismos problemas: aumento de la deuda, políticas monetarias insostenibles e instituciones corruptas”, afirma.
Las señales de advertencia están ahí, pero muchas personas las ignoran, creyendo que su país es de alguna manera diferente.
Para quienes estén atentos, Tony ofrece consejos prácticos. “Comience a informarse sobre el bitcoin ahora, antes de que sea demasiado tarde”, insta. “Diversifique sus activos y no dependa de la moneda fiduciaria para preservar su riqueza. La mecánica de la hiperinflación no cambia solo porque viva en un país rico”.
El colapso del Líbano no es sólo una advertencia para quienes viven en economías en desarrollo. Es una llamada de atención para el mundo entero.
A medida que los gobiernos continúan imprimiendo dinero a un ritmo sin precedentes, aumenta el riesgo de una crisis monetaria global. Bitcoin ofrece una salida: una alternativa a prueba de inflación que puede proteger la riqueza de las personas cuando las monedas fiduciarias fallan.
La experiencia de Tony es un duro recordatorio de la fragilidad de los sistemas fiduciarios y la importancia de la soberanía financiera. “Con bitcoin bajo tu custodia, tienes el poder de protegerte de la corrupción, la manipulación y la inflación”, afirma Tony.
“No necesitas el permiso de un banco o de un gobierno para administrar tu propio dinero. Y eso es exactamente lo que hace que Bitcoin sea la herramienta definitiva para la libertad financiera”.
Esta es una publicación invitada de Dave Birnbaum. Las opiniones expresadas son exclusivamente suyas y no necesariamente reflejan las de BTC Inc o Bitcoin Magazine.
Fuente: Revista Bitcoin
La publicación Dentro de la crisis monetaria del Líbano: cómo se siente la hiperinflación apareció primero en Crypto Breaking News.