Según PANews, la adopción potencial de los protocolos A2A de Google y MCP de Anthropic como estándares de comunicación para los Agentes de IA en web3 presenta desafíos significativos debido a las diferencias distintas entre los ecosistemas web2 y web3.
El primer desafío radica en la madurez de las aplicaciones. Mientras que A2A y MCP han ganado rápidamente tracción en el dominio web2 al mejorar escenarios de aplicaciones que ya están maduros, los Agentes de IA en web3 aún se encuentran en las primeras etapas de desarrollo, careciendo de contextos de aplicación profundos como DeFAI y GameFAI. Esto dificulta que estos protocolos se apliquen y utilicen de manera efectiva en el entorno web3.
Por ejemplo, en web2, los usuarios pueden actualizar el código sin problemas en plataformas como GitHub utilizando el protocolo MCP sin salir de su entorno de trabajo actual. Sin embargo, en un entorno web3, ejecutar transacciones en cadena con estrategias entrenadas localmente puede volverse confuso al analizar datos en cadena.
Otro obstáculo significativo es la ausencia de infraestructura fundamental en el espacio web3. Para construir un ecosistema integral, los Agentes de IA en web3 deben abordar la falta de componentes esenciales como una capa de datos unificada, capa de Oracle, capa de ejecución de intención y capa de consenso descentralizado. En web2, los protocolos A2A permiten a los agentes colaborar fácilmente utilizando API estandarizadas. En contraste, los entornos web3 plantean desafíos sustanciales incluso para operaciones simples de arbitraje entre DEX.
Considere un escenario donde un usuario instruye a un Agente de IA para comprar ETH de Uniswap cuando el precio cae por debajo de $1600 y vender cuando sube. Esta tarea aparentemente sencilla requiere que el agente aborde problemas específicos de web3 como el análisis de datos en cadena en tiempo real, la optimización dinámica de tarifas de gas, el control de deslizamiento y la protección MEV. En web2, tales tareas se simplifican mediante llamadas a API estandarizadas, destacando la marcada diferencia en la madurez de la infraestructura entre los dos entornos.
Además, los Agentes de IA en web3 deben abordar demandas únicas que difieren de los protocolos y funcionalidades de web2. Por ejemplo, en web2, los usuarios pueden reservar fácilmente el vuelo más barato utilizando protocolos A2A. Sin embargo, en web3, cuando un usuario desea transferir USDC entre cadenas a Solana para minería de liquidez, el agente debe comprender la intención del usuario, equilibrar la seguridad, la atomicidad y la eficiencia de costos, y ejecutar operaciones complejas en cadena. Si estas operaciones aumentan los riesgos de seguridad, la conveniencia percibida se vuelve insignificante, lo que convierte la demanda en una necesidad falsa.
En conclusión, aunque el valor de los protocolos A2A y MCP es innegable, esperar que se adapten sin problemas al paisaje de los Agentes de IA en web3 sin modificaciones es poco realista. Las brechas en la implementación de infraestructura presentan oportunidades para que los creadores innoven y llenen estos vacíos.


