La reconstrucción de la confianza en el sector cripto requiere regulaciones inteligentes
Rana Kortam, directora de Política Pública Global de Binance, contribuyó con un artículo de opinión al informe anual recientemente publicado del Instituto Monetario Digital (DMI) del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF). En el artículo, Kortam argumenta que el rápido crecimiento de los criptoactivos constituye un caso sólido que amerita una atención regulatoria significativa. El artículo original está disponible aquí (pág. 15 del informe).
El sector cripto tuvo un 2022 histórico. Entre los factores macroeconómicos adversos, un mercado bajista, las insolvencias de grandes exchanges y proveedores (como FTX y BlockFi), que fueron precedidos por el sorprendente colapso de la stablecoin TerraUSD, la capitalización global del mercado cripto cayó a 858,000 millones USD a principios de diciembre desde su máximo histórico de 3 billones USD.
Es fácil perder de vista el panorama general tras un año salpicado de tantos desafíos. Alrededor del 10% de la población mundial posee activos digitales. Las tecnologías de criptomonedas y blockchain han demostrado su valor al abordar desafíos del mundo real para millones de personas en materia de servicios financieros y más allá.
El crecimiento de la tecnología blockchain también indica que se convertirá en un diferenciador crucial para las economías y en una medida clave de competitividad internacional en la próxima década para atraer inversión extranjera directa, cultivar la innovación y generar empleos. El apetito y el sentimiento de los inversores en torno al potencial de la tecnología fundamentan claramente esa visión. Los 10 principales fondos mundiales de capital de riesgo en criptomonedas y blockchain recaudaron más de 12,500 millones USD en 2022, lo que lo convirtió en un año récord para la actividad de recaudación de fondos en la industria, a pesar de una notable caída durante la segunda mitad del año. Esta caída siguió a un primer semestre resiliente y refleja los retrocesos más significativos y constantes de todo un año en otros sectores que también se vieron afectados por el entorno macroeconómico y geopolítico más amplio.
El sector cripto parece estar en un punto de inflexión regulatorio en muchos lugares del mundo. La gobernanza, la protección al consumidor y la seguridad siguen siendo las principales preocupaciones, comprensiblemente acentuadas por los eventos recientes y las concepciones erróneas persistentes en torno a la tecnología.
La estabilidad y la integridad financieras también son aspectos especialmente importantes para los reguladores. Aunque los criptoactivos representan solo una pequeña porción de los activos del sistema financiero global, con una capitalización de mercado total de menos de un billón de dólares a junio de 2022, su rápido crecimiento los convierte en un caso sólido que amerita una atención regulatoria significativa.
En esta coyuntura importante, el equilibrio adecuado es crucial para permitir una innovación y un crecimiento responsables. Un marco regulatorio de activos digitales debería:
Maximizar la protección del usuario y eliminar con éxito a los malos actores
Favorecer tecnologías más simples que ofrezcan soluciones tangibles a las necesidades más apremiantes
Proporcionar claridad y evitar duplicaciones o conflictos con otras regulaciones
Adoptar un enfoque proporcionado y basado en el riesgo a medida que la industria y la tecnología continúan madurando
Crear un campo de juego nivelado para fomentar una innovación que cambie al mundo.
Los desafíos y el rápido crecimiento posiblemente convirtieron a 2022 en el año más ajetreado hasta la fecha en lo que respecta a la formulación de políticas para las criptomonedas. Asimismo, aceleraron la necesidad de contar con una mayor claridad regulatoria para proteger a los consumidores. La industria experimentó una oleada de desarrollos regulatorios y legislativos globales, así como actividad de establecimiento de normas y toma de medidas por parte del sector.
En términos de regulaciones, la Unión Europea publicó su Ley para Mercados de Criptoactivos, el primer y más completo marco regulatorio para los activos digitales hasta la fecha, aunque no entra en vigor este año. En EE. UU., el trabajo puesto en marcha por la orden ejecutiva de la Casa Blanca en marzo resultó en el primer marco integral por parte de Estados Unidos. Los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Baréin y, más recientemente, Brasil, también han presentado regulaciones para las cripto.
Además, los organismos globales encargados de formular políticas han brindado mucha orientación sobre diferentes áreas, como el marco del Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), la hoja de ruta de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), los lineamientos del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) para los activos virtuales y las recomendaciones del Comité de Basilea. En 2023, los países deberán moverse rápidamente para implementar estas propuestas. También habrá mucho enfoque en áreas que quedaron fuera de alcance de la ley MiCA y otros marcos, como las finanzas descentralizadas y los tokens no fungibles, entre otras.
Los exchanges de todo el mundo también han sido proactivos y rápidos para lanzar sus propias iniciativas voluntarias que tranquilicen a los consumidores a fin de aumentar la transparencia y regenerar la confianza en el ecosistema. Algunos ejemplos incluyen la publicación de direcciones de billetera, la prueba de reservas y el lanzamiento de fondos de recuperación.
Con los lineamientos adecuados, la Web3 puede mejorar la vida de millones de personas transformando los servicios financieros y mucho más, pero solo las regulaciones inteligentes y los esfuerzos serios de la industria pueden regenerar la confianza necesaria para que esto suceda.
Binance también colaboró con el Informe sobre los activos digitales (página 8) y el Informe sobre el futuro de los pagos (página 15) del OMFIF.